La liposucción, o lipoaspiración es una tecnología sanitaria que se utiliza en cirugía estética y que permite un remodelado de la silueta a través de la extracción de grasa o tejido adiposo de diversos sitios del cuerpo usando una cánula o jeringa conectada a una máquina succionadora, liposucción mecánica, o mediante ultrasonido o liposucción ultrasónica.
Actualmente la mayoría de las intervenciones se realizan bajo anestesia
local o loco-regional. Las cánulas son de pequeño diámetro permitiendo realizar
liposucciones superficiales con escaso riesgo de irregularidades. La
intervención se realiza de forma ambulatoria o con hospitalización de un dia
según el criterio del cirujano y la pérdida de sangre no es significativa.
Durante la operación, el cirujano recorre primero con una cánula cada sector de
la zona que se va a lipoaspirar (que ha sido previamente marcada) e inyectará
una solución líquida.
Esta solución está formada de anestesia, una droga que contrae los vasos
sanguíneos y una solución salina que ayudará a desprender la grasa de la piel y
del músculo, disolviéndola y convirtiéndola en un líquido viscoso. Más tarde,
se procederá a retirar este líquido mediante un procedimiento de succión, a
través de una cánula que previamente se ha introducido y que está conectada a
una máquina de aspiración.
Una liposucción dura habitualmente entre 1 y 3 horas, aunque el tiempo
definitivo dependerá del tipo de liposucción y la técnica que se va a utilizar.
Como en cualquier otra cirugía, se utiliza anestesia local o general.
Una vez terminada la liposucción, el paciente podrá volver a sus tareas
habituales en un tiempo que dependerá de la operación que se ha realizado y del
paciente (este periodo podrá variar entre uno y varios días). Durante las
siguientes semanas, el paciente no deberá hacer esfuerzos y deberá proteger la
zona lipoaspirada utilizando una faja especial y unas compresas elásticas que
recomendará el cirujano.
Durante los primeros días, podrá atenuar el dolor o incomodidad con masajes.
Los resultados podrán empezar a verse a partir de los dos meses, aunque el
aspecto definitivo no se verá antes de los seis.
La liposucción no debe considerarse como una cura de la obesidad, sino como una
cirugía estética que podrá quitar la grasa acumulada que se encuentra en
lugares indeseados. Habitualmente la liposucción se lleva a cabo en el abdomen,
en las caderas y en los muslos, aunque también puede realizarse en otros
lugares como brazos, rodillas, tobillos, papada o rostro.
La liposucción permite la posibilidad de recolocar parte de la grasa superflua
extraída como injerto. Es decir que la grasa extraída se vuelve a infiltrar en
otras zonas corporales para darles mejor volumen y forma con fines estéticos,
con lo cual se habla de lipoescultura.