Tener senos con mayor volumen es un deseo cada vez más frecuente entre mujeres de todas las edades, que quieren tener una figura más proporcionada, contar con mayores opciones al vestir, y gozar de mayor tranquilidad y confianza en cuanto a la imagen que proyectan.
Los últimos avances en la tecnología de implantes, así como en las técnicas
quirúrgicas, hacen de la cirugía de aumento de pecho una opción viable,
accesible y natural para cumplir ese deseo. La mamoplastia de aumento o aumento
de pecho consiste en la colocación de un implante o prótesis por detrás de la
mama, con el fin de aumentar su volumen. La clave para obtener buenos
resultados está en la naturalidad.
El implante se coloca una vez realizada la lipotransferencia alojándolo detrás
de la glándula misma, quedando por delante del músculo pectoral o bien puede
quedar alojado por detrás del músculo pectoral La decisión de dónde va a ir
alojado el implante se realiza conjuntamente con el paciente, tras realizar un
examen físico y analizar detenidamente las ventajas e inconvenientes de cada
ubicación.
Existen distintos tamaños y formas (redondas o en forma de gota de agua), las
prótesis constan de una cubierta externa de silicona de tacto blando, que puede
contener suero salino o gel líquido de silicona. Los implantes más modernos
vienen rellenos del llamado gel cohesivo para mayor seguridad. Teniendo en
cuenta las preferencias del paciente y tras un análisis físico completo se
decidirá que tipo de implante utilizar,
Para colocar la prótesis se realizan incisiones habitualmente pequeñas, de tres
diferentes maneras: a través de una incisión en la axila, a través de una
incisión alrededor de la aureola mamaria, o a través de una incisión a nivel
del surco submamario. La ubicación de la incisión depende de las
características del pecho de la paciente y del implante a colocar. Con el
tiempo las cicatrices se hacen menos apreciables y, dependiendo de la
localización, pueden llegar a ser prácticamente imperceptibles.
La intervención habitualmente se realiza bajo anestesia local y sedación
profunda. Aunque también se puede realizar mediante anestesia general.
Los pechos suele permanecer inflamados por unos días. Las aureolas y
otras zonas del pecho pueden tener la sensibilidad temporalmente alterada.
También puede darse cierta hipersensibilidad al tacto en uno o ambos pechos. El
realce de la belleza del escote se aprecia de manera inmediata y permanente.
La reincorporación al trabajo y a la actividad normal se puede realizar entre
el segundo y séptimo día de la intervención.
