La otoplastia es una cirugía en la cual se resuelven las deformidades de la oreja; estas pueden ser muy variadas desde la ausencia total de la oreja (microtia) a simplemente una proyección muy notable de la misma por la ausencia del antehelix o el helix.
La técnica empleada
dependerá del problema concreto. Generalmente se realiza una pequeña incisión
en la parte posterior de la oreja para exponer el cartílago auricular. Después
se esculpe el cartílago y se dobla hacia atrás; se pueden emplear puntos internos
para mantener la nueva forma. En ocasiones, puede ser necesario extirpar una
parte del cartílago para obtener una oreja más natural. Por último se extirpa
una cuña de piel de la parte posterior de la oreja. La cicatriz resultante de
la otoplastia queda disimulada detrás de la oreja. La mayoría de las veces,
aunque solo una oreja parezca anormal, se intervienen las dos para conseguir
una mejor simetría
La otoplastia se realiza en el quirófano, dentro de una clínica u hospital.
Dependiendo del tipo de anestesia, el procedimiento se realiza en régimen
ambulante o se permanecerá en el hospital la noche de la cirugía.
En cuanto a la anestesia, si el niño es pequeño, el cirujano plástico le
recomendará realizar la intervención bajo anestesia general. Para niños mayores
y adultos, se empleará anestesia local asociada o no a sedación, de manera que
esté despierto durante la cirugía, pero relajado.
Una otoplastia suele durar entre 2 y 3 horas, aunque en casos complejos puede
llevar más tiempo.
La mayoría de los pacientes, niños y adultos, se encuentran bien a las pocas
horas de la cirugía, aunque puede ser recomendable permanecer una noche en la
clínica hasta que desaparezcan los efectos de la anestesia general. Se coloca
un vendaje alrededor de la cabeza nada más finalizar la cirugía. Las orejas
pueden doler un poco los primeros días, pero se alivia fácilmente con
medicación. En pocos días se cambia el vendaje por uno más ligero parecido a
una cinta de pelo. Es importante seguir las instrucciones de su cirujano plástico
respecto al uso del vendaje, sobre todo por la noche. Debe evitarse durante el
primer mes cualquier actividad en la que puedan doblarse las orejas.
La mayoría de los adultos vuelven al trabajo a los 5 días de la cirugía; los
niños vuelven al colegio en unos 7 días, siempre y cuando tengan cuidado con
las actividades físicas.